domingo, 20 de octubre de 2013

Conducir con el sol al frente no tiene por qué ser difícil

El sol refleja los micro-impactos recibidos en el parabrisas

Ahora que entramos al otoño, conducir por las tardes cuando el sol va cayendo, es un espectáculo para disfrutar con la familia. Pero también puede ser uno de los momentos más difíciles para conducir por tener al sol muy bajo en el horizonte y directamente en frente y cegándonos. Pero por suerte tenemos el parasol desplegable en el techo del auto o podemos usar lentes oscuros. ¿Pero qué pasa cuando tu parabrisas está rajado o peor aún, picoteado? Simplemente no se puede ver lo que hay el exterior del auto y hay muchas cosas que se pueden "esconder" en las sombras de los objetos que proyecta el sol sobre nosotros, desde peatones o señales de "pare" hasta camiones y semáforos.
Has intentado lavar tu parabrisas muchas veces y sin resultado, siempre conduces a lo siego en estos casos y crees que es normal, que a todos los conductores nos pasa lo mismo.


Parabrisas sin impactos que deja ver hacia el exterior

Pues no es así. Cuando tenemos un parabrisas en buen estado y limpio, conducir con el sol al frente no representa ninguna dificultad para que veamos lo que hay afuera en las sombras.
A ver, cómo te lo explico: Con los años o los kilómetros, el parabrisas del auto se va llenando de pequeños y microscópicos "cráteres" producto de las partículas de tierra que vuelan en el aire e impartan con el parabrisas a alta velocidad, estos "cráteres" o picuras se hacen visibles con la luz directa y no nos dejan ver con claridad lo que tenemos fuera del auto. Ni si quiera el uso de lentes oscuros o el parasol nos ayudarán en este caso. Y es aún peor cuando el parabrisas se encuentra rajado además de picoteado, en ambos casos, la suciedad, la lluvia o la nieve se queda atrapada dentro de estas fisuras y no es posible limpiarlo bien.

Limpia-parabrisas en buen estado

La única solución es cambiarlo y te aseguro que notarás la diferencia desde el primer instante que conduzcas tu auto. Es un cambio radical, como haber estado ciego y recuperar la vista.

Si aún no estás seguro de que éste puede ser tu caso, te recomiendo hacer una prueba muy sencilla. Conduce tu auto con el sol en frente y trata de mirar lo que hay afuera, en las sombras de los objetos que las proyectan, por ejemplo árboles o casas. Luego conduce con el sol a un lado del auto y has lo mismo, mira las sombras pero a través de las ventanillas laterales de tu auto, es decir, las ventanas de las puertas. Si notas que hay una diferencia, entonces tu parabrisas necesita ser cambiado. Así de contundente.

Grandes impactos en el parabrisas que dificultan la visión.
En estos días, cambiar un parabrisas es una tarea fácil, rápida y sin mucho costo. Lo primero que te recomiendo es llamar o visitar algún taller o centro especializado en parabrisas (en el periódico o publicidad puedes encontrar muchos de ellos), el taller deberá llamar a tu aseguradora para preguntar si la reparación está cubierta, si lo está, es probable que tu aseguradora corra con todos los gasto y tú no tengas que desembolsar nada. De no ser así, el taller te dará un presupuesto y hasta un plan de financiamiento si prefieres pagarlo en varias cuotas. No me gusta hablar de precios, pero bordea los 250 dólares el cambio de parabrisas y toma aproximadamente una hora. De todas maneras, infórmate bien antes de aceptar cualquier trabajo o contáctenos para mayor información o consejos.

Y hablando de consejos, aquí les dejo algunos trucos para que no se haga difícil conducir con el sol de frente:


  • Usar lentes oscuros.
  • Usar el parasol o visor solar del auto.
  • Mantener el parabrisas limpio y seco.
  • Tener buenas plumillas o limpia parabrisas (que no dejen trazos o partes sin limpiar).
  • Mantener el depósito del limpia parabrisas lleno.
  • Mantén una mayor distancia con el auto precedente.

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