sábado, 21 de septiembre de 2013

Cómo revisar el sistema de escape y ahorrar combustible.

Con el clima tan severo que tenemos en Quebec y los productos corrosivos que se utilizan para la nieve durante el invierno, sumado a la alta humedad del verano, la parte baja de nuestros vehículos son los primeros en pagar las consecuencias.

Una pequeña fuga en el tubo de escape puede aparecer en cualquier momento y dependiendo de su ubicación y las piezas afectadas (catalizador, silenciador, múltiple de escape, etc.) puede costarnos mucho o poco el repararla. Pero lo más importante es que nos hace consumir mucho más combustible de lo normal.

Es así que en un momento dado nos damos cuenta que debemos echarle más combustible que antes, o más seguido que antes y no sabemos por qué. Sobretodo que los autos no tienen una luz en el tablero que nos indique que hay una fuga en el escape. Entonces, ¿cómo saber?, sobretodo que muchas veces estas fugas en el sistema de escape no las detectamos porque no hacen mucho ruido.



Existe un ejercicio muy simple a hacer, consiste en entrar a un estacionamiento subterráneo, digamos el de un centro comercial, bajar las ventanas, apagar la radio y escuchar si nuestro motor hace un ruido extraño cuando aceleramos, ya sea como un soplido inusual (pssssssffffffffff) o como un auto de carreras (vroum, vroum). Si es así, es un indicador de que podemos tener un fuga en el escape por donde se está yendo nuestro combustible y dinero.

Reparación del tubo de escape.
Lo más fácil que podemos hacer es ir a un taller especializado en escapes. La mayoría de talleres no nos van a cobrar nada por darle una mirada al auto y darnos un presupuesto de la reparación, toma 5 minutos mirarlo. Pero siempre sería bueno preguntar si es que habrá algún costo por la revisión antes de hacerlo revisar, claro está.


Una ves comprobado que tenemos una fuga en el escape del vehículo, debemos tratar de repararla lo más rápido posible, ya que con cada kilómetro recorrido, esta fuga se hace cada vez más grande y el vehículo pierde más fuerza, lo que se traduce en un consumo más elevado de combustible cada vez.

La manera más fácil de prevenir esta situación es que hagamos un lavado de chasis a nuestros vehículos con el cambio de cada estación. Es decir, lavarlo al final del invierno, para quitar toda la sal y suciedad que se ha acumulado en los bajos del auto durante la temporada fría. Y lavarlo al final del otoño, para quitar la suciedad acumulada y que está impregnada por el calor. De esta manera estaremos protegiendo y extendiendo la vida no solo del sistema de escape, sino también de la carrocería previniendo la corrosión.

Sistemas de escape de alta performance.

Por otro lado, si el vehículo no tiene ninguna fuga en el escape, puede que debamos preguntarnos cuándo fue la última vez que cambiamos el filtro de aire, las bujías y el filtro de combustible. Lo más simple es empezar revisando la correcta presión de aire en los neumáticos.
Pueden haber muchas otras causas que nos hagan consumir mas combustible, depende de la marca y modelo del auto así como los componentas o piezas implicados, pero éstas que acabo de enumerar son las más simples y fáciles de detectar. Si alguno de Uds. tiene problemas con el consumo de combustible y no encuentra la solución, escriban sus comentarios que con gusto les ayudaremos.

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