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Bibendum lleva más de 100 años probando neumáticos.
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Desde hace un tiempo acá en Quebec se viene popularizando el inflado de los neumáticos
para nuestros vehículos con nitrógeno. Dentro de las numerosas ventajas que se le anuncian
encontramos afirmaciones como:
1. El tamaño de las moléculas: al ser más grandes hay menos fugas.
2. Es más estable: se calienta menos reduciendo la dilatación del neumático haciéndolo más durable y ahorrándonos combustible.
3. Es seco: no contiene humedad por lo que no va a malograr las ruedas ni las válvulas.
4. Es más seguro: no es inflamable por lo que no va a arder en situaciones extremas.
Todas estos enunciados suenan muy bonitos y convincentes y son los que
utilizan los talleres, garajes o estaciones de servicio para vendérnoslo a la hora de cambiar de neumáticos.
Entonces ahora vienen tus preguntas: "
¿Pero qué tan cierto es esto?,
¿Es beneficioso?,
¿Vale la pena inflar mis neumáticos con nitrógeno?".
La respuesta sería sí y no. La explicación a continuación: